Sequía en Sao Paulo se suma a los problemas de un Brasil en recesión
La mayor represa del estado de Sao Paulo podría quedarse sin agua en 70 días.
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A Dilma Rousseff le llueve sobre mojado. La peor sequía en Brasil en 80 años está llegando a un punto crítico en Sao Paulo, ciudad que podría quedarse sin agua en 70 días. A esto se suma la confirmación el viernes de que el país entró en recesión en el primer semestre.
El problema de escasez de agua data de comienzos de año, ya que entre enero y marzo sólo cayeron 23 centímetros de lluvia, un tercio de una temporada normal.
El sistema hídrico Cantareira, la mayor reserva de Sao Paulo y que provee 45% del recurso a las 20 millones de personas que viven en el área metropolitana, sólo cuenta con 12% de su capacidad de un billón (millón de millones) de litros, según la Companhia de Saneamento Basico do Estado de Sao Paulo (Sabesp).
El estado de Sao Paulo ya está racionando el agua para más de 2 millones de personas en 18 ciudades. A pesar de que Sabesp recibió una advertencia por parte del Ministerio Público a fines de julio respecto de que arriesga quedarse sin agua en 100 días, la compañía no planea racionar el suministro, ya que confía en los pronósticos de lluvia y las políticas de conservación.
“Las medidas tomadas por Sabesp garantizarán la oferta hasta marzo de 2015, cuando la temporada de lluvia estará en su máximo”, afirmó la empresa a Bloomberg.
Joao Simanke no concuerda con esa visión. El consultor de hidrogeología que trabajó para Sabesp por más de dos décadas declaró que “Sao Paulo está negando esta crisis porque estamos en medio de la campaña política”.
De acuerdo con Jonathan Erdman, meteorólogo senior del sitio weather.com, no habrá precipitaciones significativas hasta el verano.
En dicho período, “se pueden esperar tormentas al menos cada tres o cuatro días”, detalló. “Sin embargo, se necesitará una primavera, un verano y un otoño muy húmedos para comenzar a restaurar los niveles de reserva de Sao Paulo hacia algún tipo de normalidad”.
El fenómeno de El Niño, que ha causado inundaciones en el sur del país, no viajará lo suficientemente al norte para llenar las reservas en los estados de Sao Paulo, Minas Gerais, Río de Janeiro y Espirito Santo, donde se ubica un 70% de la capacidad hidroeléctrica de Brasil, según Climatempo y Somar Meteorologia.
Situación incómoda
Benedito Braga, presidente del Consejo Mundial de Agua, manifestó que la situación de la mayor ciudad sudamericana “da miedo” dada la condición húmeda de la región.
Si bien el caso brasileño no es tan devastador como la sequía que vive California, “nunca hemos visto algo similar en Sao Paulo, por lo que estamos en una situación incómoda”, sostuvo.
La aseguradora Aon Benfield estima que la falta de agua en la nación fue el tercer desastre natural más costoso en el primer semestre con US$ 4.300 millones. Sólo fue superado por el duro invierno en Japón (US$ 6.250 millones) y las inundaciones en los Balcanes (US$ 4.500 millones).
La ausencia de precipitaciones ha afectado severamente a la industria del café. El Consejo Nacional de Café proyecta que la producción en Brasil, el mayor cultivador del mundo, podría caer 18% hasta 40,1 millones de bolsas este año luego de descender 3,1% en 2013.
Los granjeros podrían acumular menos de 40 millones de bolsas el próximo año, con lo que sumarían la mayor racha a la baja desde 1965.
Economía en recesión
Los efectos de la sequía se suman al mal desempeño de la economía local, que en la primera mitad del año cayó en su primera recesión en cinco años.
El PIB se contrajo a un ritmo trimestral de 0,6% entre abril y junio. La cifra de los tres meses anteriores fue corregida desde un alza de 0,2% a una disminución de 0,2%, por lo que el país entró en una recesión técnica.
El dato “debería servir para debilitar la posición de la presidenta Dilma Rousseff antes de las elecciones de octubre”, escribió en una nota a clientes Craig Botham, economista para mercados emergentes de Schröders.